Supongo que a todos, os habrá pasado alguna vez, que un día, cuando tenéis un examen al día siguiente, por casualidades de la vida, resulta que no te puedes dormir, pero para jorobar más, te quedas pensando a cerca de que preguntas puede poner el profesor hasta que de repente miras la hora y te das cuenta de que es la hora de ir al colegio. En ese momento, te dan ganas de maldecir el maldito examen, pero te das cuenta de que no sabes más que el castellano y un poco de inglés (esa asignatura que nos tiene hasta las narices). Te levantamos y vas al colegio, cuando llegas, te das cuenta de que el examen es a primera hora, en ese momento, crees que nada puede ir a peor, sin embargo, el examen te lo sabes porque te habías pasado estudiando un mes. Te reparten el examen y justamente salen las preguntas que mejor te sabes, pero cuando ya has terminado, ves que tus compañeros, siguen escribiendo como locos, en ese momento, te entra una enorme desesperación y repasas el examen hasta que te rindes y lo dejas igual. Lo bueno, es que cuando te dan el examen, tienes un 5 y toda tu desesperacion, se convierte en alivio.
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